Martes 13 de mayo de 2014. Vengo llegando de la calle. Salí a caminar 15 minutos. No acostumbro hacerlo, pero necesito moverme, mover mi cuerpo. Debo hacer ejercicio, sacudirme el sedentarismo y hacerme nuevos hábitos.
Me siento muy enojado, es una barbaridad que a mis 38 años esté padeciendo tantos malestares por el ácido úrico afectándome las articulaciones y la piel, y me cueste trabajo caminar normalmente. Tengo más de 15 días tomando alopurinol, primero de 100 miligramos, ahora de 300 mg, combinado con 10 días de colchicina, de no comer carnes rojas, mariscos, refrescos, alcohol y demás cosas que prohíben rutinariamente en estos casos. Aún tengo una apariencia casi normal, pero cualquiera se da cuenta que ando afectado al verme las manos o mirarme caminar.
Más de 15 días con el dedo gordo adolorido, con salpullido en las manos y pies que hasta ámpulas se me hicieron y cicatrizan muy lentamente, y anoche todavía amanecí ahora con dolor en el tobillo izquierdo. Por fortuna ahora no me ha dado en las rodillas como otras veces, pero ya es difícil andar cómodamente con los 2 pies afectados. Y no cesa. Algo estoy haciendo mal. Como sea, salí a caminar a paso veloz, a sacudir la maldad.
Más de 15 días con el dedo gordo adolorido, con salpullido en las manos y pies que hasta ámpulas se me hicieron y cicatrizan muy lentamente, y anoche todavía amanecí ahora con dolor en el tobillo izquierdo. Por fortuna ahora no me ha dado en las rodillas como otras veces, pero ya es difícil andar cómodamente con los 2 pies afectados. Y no cesa. Algo estoy haciendo mal. Como sea, salí a caminar a paso veloz, a sacudir la maldad.
Tengo 38 años. Hace ocho que me diagnosticaron gota por un dolor repentino en el pulgar del pie derecho que apareció mientras dormía por la noche. Pensé que era una torcedura o un golpe y fui a la huesera, pero terminó mandándome al médico para que me diera mi confirmación de un ataque de gota.
Mido 1:83 y peso aproximadamente 98 kg. Unos 15 arriba de mi peso ideal. Nunca he sido muy carnívoro; solía comer carne 1 o 2 veces a la semana. Alcohol muy de vez en cuando, digamos 1 vez al mes cuando mucho. Poca cerveza. Pero sí mucho pan de dulce, aún no sé si haya una relación contundente.
Hace algunas semanas comencé a planear este blog, al padecer la ausencia de información contundente y exahustiva sobre mi padecimiento y las cosas que puedo comer para contrarrestarlo. Los médicos no suelen ser muy generosos a la hora de explicar y a la hora de ofrecer opciones de vida. Todo se limita a medicamentos y análisis sanguíneos. Si bien te va, te insinúan sin convicción que hagas ejercicio y te dan una lista limitada de alimentos prohibidos, permitidos y recomendados.
¡Pero qué diablos! ¡Qué difícil es encontrar en el día a día algo que comer que no te haga daño cuando padeces gota! Es muy complicado armar un menú semanal sin carne, mariscos, pescados azules, caldos, algunas aves, harinas, trigo, soya, frijoles, lentejas, habas, espinacas, col, brócoli, hongos, levadura y cuantimadre más que contiene purinas.
Encuentras cientos de páginas en internet que solo repiten las mismas pequeñas listas, aunque no sin contradecirse muchas veces unas con otras. Y cuando tienes duda si puedes comer algo que no viene en las consabidas listas, como el chicharrón crujiente, la pata de res, el atún, y sepa qué cosa se te vaya a antojar que no venga en las famosas listas que recomiendan alegremente personas que seguramente nunca han padecido gota, pero que tienen un blog de nutrición y salud, pues nada más no hay fuentes confiables o ni siquiera se menciona. Incluso, tristemente, páginas médicas adolecen lo que uno necesita para poder vivir con cierto grado de tranquilidad y goce.
Hay tantas vicisitudes que se presentan a uno que padece gota que salen de lo prescrito y lo contemplado por el médico, que uno entiende porqué somos una humanidad cada vez más enferma. El sistema de salud es patético. Pero eso nos recuerda que la solución debe empezar por uno y terminar por uno.
Bueno, pues este es un diario de un gotoso. Quiero narrarles una historia de éxito contra la gota y la hiperuricemia, pero apenas vamos comenzando, y no sabemos como nos irá con los años. Un tío padece gota desde hace años, pero hace 7 que no le da un ataque. Algo está haciendo bien. No quiero terminar como esas personas que aparecen cuando googleas imágenes de gota, con las manos y los pies llenas de tofos y los dedos torcidos por la artritis, la piel toda lacerada y padeciendo piedras en el riñón e insuficiencia renal, por no decir más.
Vamos, que esta será una historia más de la lucha contra la gota y la hiperuricemia, que entre otras cosas se dice que puede provocar síndrome metabólico y contribuir al desarrollo de diabetes.
Aquí iré compartiendo la información que vaya encontrando que uno tanto necesita y es tan difícil de encontrar, para facilitarnos el camino, y las medidas que me vayan funcionando y los tropiezos que vendrán, en esta historia que queremos que sea de éxito.
Aquí iré compartiendo la información que vaya encontrando que uno tanto necesita y es tan difícil de encontrar, para facilitarnos el camino, y las medidas que me vayan funcionando y los tropiezos que vendrán, en esta historia que queremos que sea de éxito.
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